viernes, 8 de agosto de 2008

El Equipo de la Redención

Todo deporte funciona entorno a su mitología. Michael Jordan, Magic Johnson, Charles Barkley, Larry Bird, Patrick Ewing, Scottie Pippen i John Stockton, entre otros, crearon su propia mitología al crear el Dream Team en Barcelona-92. Después de un sexto puesto en el Mundial de Indianápolis de 2002, y dos terceros puestos en Atenas-04 y el Mundial de Japón 2006, el Dream Team ya no era la hegemonía del baloncesto mundial. Era un equipo sensiblemente superior, pero había perdido la magia y la mitología que lo rodeaba. Con una pedantería insultante, la selección norteamericana aterrizaba a los campeonatos u olimpiadas alojándose en hoteles de lujo (rehusando la Villa Olímpica) y sin saber ni con quién se las tenía que ver. Después de la semifinales del Mundial de Japón, Mike Kryzewski, técnico norteamericano, aún reconocía que no sabía quién era un tal Vassilis Spanoulis, que les endosó 22 puntos en la victoria histórica de la selección griega delante USA.

Ese partido fue un punto de inflexión y una herida en el orgullo del showtime que fabricaron Jordan, Johnson y compañía en Barcelona. Kobe Bryant y Lebron James, empecinados en seguir la estela de Jordan, eran conscientes de la importancia de colgarse el oro olímpico y volver a dotar a la selección del espectáculo perdido. Diversión acompañada de resultados y, sobretodo, de compromiso. Una responsabilidad que ha atado a la flor y nata de la NBA (a excepción de Duncan, Pierce, Iverson y Garnett). Fue este compromiso el motivo de la ausencia de Garnett, ya que siempre dio largas a la hora de decidir su compromiso. Actitud no permitida para un colectivo que en el torneo pre-olímpico ya dio muestras de su recuperación y de su intención de recuperar la hegemonía legendaria de Jordan, Johnson y Bird. El mismo Bryant, lesionado de un dedo en el tramo final de la temporada, decidió posponer su operación para poder disputar los Juegos Olímpicos. Es esa la actitud, el compromiso. Abandonar las pedanterías y practicar un juego efectivo y espectacular.
Con las bajas de Shanne Battier o Kirk Hinrich, resta capacidad defensiva y se acomoda al baloncesto FIBA con un estilo más parecido al NBA: fortaleza en el poste bajo, intimidación y contraataque. Su velocidad y superioridad es tal que ningún ataque dura más de diez segundos. Les falta un relevo a Howard pero tanto Bosh, Boozer, Lebron James, Reed y Thayshaun Prince pueden funcionar de falsos pívots. Complementados con Paul, Williams, Kidd, Bryant, Wade y Anthony, la selección norteamericana forma un conjunto que aspira a todo. Hace poco, al acabar un entrenamiento, un periodista le dijo a Carmelo Anthony que aún no eran el Dream Team, sino el Redeem Team (Equipo de la Redención). Aún siguen hospedados en un hotel de lujo, lejos de la Villa Olímpica. Pero USA se ha conjurado para recuperar la mitología perdida. Cualquier clasificación que no sea el oro será un fracaso.

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