domingo, 24 de agosto de 2008

Plata dorada

Partido histórico. Descomunal. Brillante. La mejor final olímpica de todos los tiempos. USA y España se desenvolvieron en un choque que rehusó todo canon basquetbolístico conocido. Lejos del conservadurismo de una final, los dos equipos fueron a ganar atacando (118-107), un regalo para la vista y un orgullo para el espectáculo del baloncesto. Cuando la calidad rebosa en el parquet, sólo puede ser este el resultado. Y es esta índole la que he hemos visto en el pabellón de Wukesong, dos equipos que viajaron a Pekín con el objetivo de disputar la final. USA para ganar el oro ocho años después (Sydney 2000) y España para plantar cara al mejor combinado americano des del Dream Team de Barcelona 1992. “Esta plata no la hemos perdido, la hemos ganado”, analizaba José Manuel Calderón después de recoger el metal. España, después de firmar un campeonato irregular (discontinuo en las sensaciones, no en los resultados) ha recuperado su estela mágica en esta final. “Esto es de jugadores grandes”, comentaba Fernando Romay, comentarista de TVE. Y es que esta plata corona a la generación de 1980: campeones del Torneo de Mannheim (campeonato del mundo oficioso) en 1998, oro en el Europeo júnior meses después, campeón mundial júnior en Lisboa, oro en el mundial de Japón, plata en el Europeo de Madrid y plata en Pekín.
Stephon Marbury aniquiló a los españoles en los cuartos de final de Atenas 2004 a base de triples. En esta final ha sido Dwayne Wade (27 puntos, 4/7 en tiros de tres) quien ha destrozado la zona 2-3 que Aíto García Reneses ha planteado en la mayor parte del partido. Y es que uno de los puntos flacos de los estadounidenses era el tiro de tres puntos. No tiene entre sus filas a ningún gran tirador de la NBA (el mejor es Deron Williams en el puesto 35) y la distancia de 6,25 m. (más corta que en la NBA) no favorece a los norteamericanos ya que ahí se registran los peores porcentajes de tiro de la liga. Pero el que parecía el punto flaco, contra España se ha convertido en una arma letal. USA, en sus dos partidos contra el combinado español ha registrado un 48% y un 46,4% de acierto en triples. Porcentajes superiores que en el resto de partidos: China (29,2%), Angola (23,8%), Grecia (35%), Alemania (42,3%), Australia (41,4%) y Argetina (32,3%).

Pero a pesar de este inusual acierto en triples y el poderío físico, España ha plantado cara y se ha “ganado” esta plata que a falta de dos minutos (108-104) aún no estaba claro para quien se decantaría. “EEUU sobrevive asustada y recupera el oro”, anuncia el portal NBA.com. La recuperación de Juan Carlos Navarro (18 puntos), la constancia de Pau Gasol (21 puntos, máximo anotador del torneo) y la brillantez de Rudy Fernández (22) ante su próximo entrenador en los Pórtland Trail Blazers, Nate McMillan, han catapultado a España a ser la campeona moral y aclamada por todo el pabellón cuando el consentimiento del arbitraje FIBA sobrepasaba lo moral. Kobe Bryant, después de convertir un triple con falta de Rudy hacia callar a un público que se volcaba con la entrega y épica de España. Una epopeya que no le faltaba calidad: Rudy coge el balón, se recrea con diversos cambios de mano ante Tayshaun Prince, se levanta y clava un triple in your face que hiela la sangre al combinado americano. Rudy balón en mano, salida explosiva (sin pasos de salida) ante Howard, se levanta y se cuelga del aro con un mate espectacular que le da aún más galones para cruzar el charco y ganarse el respeto de la NBA. Sólo dos jugadas que ejemplifican que la NBA también está en la selección española y que USA los ha llegado a temer. Tras los cambios por detrás de la espalda de Ricky Rubio, los alley-hoops espectaculares con Pau Gasol y las bombas de Juan Carlos Navarro, se esconde una generación de oro del baloncesto español que se ha ganado el respeto del mundo entero tras disputar uno de los mejores partidos de la historia del baloncesto.

1 comentario:

EL OPINADOR dijo...

Base de dades CANUT is back. M'alegro de veure't de nou actiu per aquí. Una abraçada i ànims, crac!