Adiós a un sueño

Hoy se oficializará lo que al principio parecía una quimera y ha acabado siendo una realidad bien palpable: Juan Carlos Navarro ficha por el Barcelona. Joan Creus impuso des del primer día unos objetivos, y uno de ellos era que el de Sant Feliu volviera a vestir la camiseta azulgrana. Navarro será el jugador mejor pagado de la historia del baloncesto azulgrana con un contrato de cinco temporadas.

Después de su periplo por la NBA en los Memphis Grizzlies, el catalán vuelve al club que la temporada pasada abandonó para emprender su sueño americano. Una aventura que le ha comprometido económicamente. Ahora tenia hasta el 30 de junio para recibir ofertas de otras franquicias de la NBA (a través de su agente en USA, Alex Saratsis). Pero necesitaba una buena oferta de alrededor de cinco millones de dólares para que le saliera rentable porque tenia que afrontar la claúsula de rescisión que tendría que pagar al Barça si siguiera en la NBA (un millón de euros por cada temporada hasta llegar a los 3,5 que tiene que abonar en total). La oferta “histórica” del Barcelona ha hecho que el jugador de Sant Feliu no esperará hasta el 1 de julio para decidir. Un jugador que más que disfrutar su año de rookie ha padecido las exigencias de la mejor liga del mundo, y encima sin su amigo y mentor Pau Gasol en el equipo.

Pasar de ser una gran estrella europea al anonimato no le sienta bien a cualquiera, pero los sueños, sueños son y son capaces de mover montañas. Pero cuando el tema económico se complica, no se dejan ver las esperadas ofertas de otras franquicias y el club de tus orígenes te ofrece el mejor contrato de la historia, es normal que a uno se le tambaleen los sueños. Ahora bien, ¿Navarro vuelve al club consciente y responsable para liderar un nuevo proyecto? ¿O simplemente viene para sanear esta incomoda claúsula que le quitaba el sueño en la mejor liga del mundo?