

Acompañado del presidente verdinegro, Jordi Villacampa, el jugador mallorquín justificó su marcha: “Cuando se acabó la Liga estuve con mis padres y hable con Portland. Al final decidimos afrontar este reto. Era el año idóneo ya que siempre había dicho que quería ganar títulos con el Joventut y así ha sido esta temporada. Era el mejor año para marchar”, explicó un Rudy con la voz entrecortada y muy emocionado.
El adiós de Aíto no ha sido decisivo pero si un factor más que ha empujado al jugador mallorquín a emprender su aventura que pospuso la temporada pasada. “Para mí Aíto ha sido un poco todo. Me dio el empuje para ser un jugador profesional, todo lo que se de básquet es también gracias a él”, valoró el alero que aprovechó para guiñar el ojo a su ex técnico en un posible rencuentro en la selección: “Que Aíto fuera el seleccionador sería muy bueno. Tengo la suerte de conocerlo, sé como trabaja y creo que iria muy bien para la selección. Es uno de les mejores entrenadores de Europa”.
Con un contrato de dos años, ampliable a un tercero, Rudy Fernández se convertirá en el octavo jugador español que cruza el charco para jugar en la mejor liga del mundo. “Estoy muy ilusionado de formar parte del Portland. Va a ser un equipo joven donde creo que podemos llegar a entrar en los playoffs e incluso luchar por el título”, argumentó el jugador mallorquín que a finales del año pasado ya se reunió con el manager general del club de Oregón, Kevin Pritchard, y esta misma temporada con Paul Allen, propietario del club que se desplazó hasta Badalona para comunicarle su especial interés en su incorporación. “Los entrenadores y la directiva de Portland están muy ilusionados con mi incorporación. No me han ase
gurado minutos pero sí ser una pieza importante del equipo”, comentó un Rudy que confía en “darles la razón” en ese sentido.

En la franquicia de Oregón, el alero volverá a reencontrarse con el base canario Sergio Rodríguez, su mejor pareja de baile fuera y dentro de pista en la selección española. “Me ayudará mucho a involucrarme con el equipo”, se felicitó el mallorquín.
El alero, número 24 en el draft de 2007, cobrará entorno al millón de euros (sueldo estipulado con los convenios de la NBA en función de la posición en el draft), cifra irrisoria comparada con las ofertas multimillonarias de clubes europeos que tenía encima la mesa. “El dinero no es lo más importante. Me importa cumplir un sueño y poder estar compitiendo con los mejores jugadores del mundo”, sentenció el mallorquín.
Atrás deja toda una vida de verdinegro. En la memoria quedará su primer contrato firmado como profesional en 2001, su debut en la ACB el 7 de abril de 2002 ante el Reial Madrid en el Raimundo Saporta, sus dos nominaciones como MVP de la Copa del Rey (2002/03 y 2007/08), las tres Ligas Catalanas (2004/05, 2005/06 y 2007/08) que ha conquistado, la v
ictoria de la Eurocopa FIBA (2005/06) y su MVP en la final. Y la última temporada de ensueño con la Liga Catalana, la Copa ULEB y la Copa del Rey. Llegó al club el año 1998, provinente del San José Obrero de Palma de Mallorca, siendo un crío. Ahora marcha como uno de los jugadores más determinantes de Europa.

Ausencia que echará en falta un Joventut que tras la marcha de Aíto y Rudy tiene que afrontar un futuro incierto. En la temporada que regresará a la Euroliga, el club verdinegro ve muy difícil la continuidad de Jerome Moiso, Eduardo Hernández-Sonseca y Lubos Barton. El que sí que se queda es Demond Mallet, que junto a Ricky Rubio, Pau Ribas, el posible retorno de Norel y el técnico Sito Alonso, quieren volver a construir un nuevo de ciclo de la pedrera verdinegra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario